Desde 2003 y el despliegue comercial de varias autopistas ferroviarias, el sistema ferroviario LOHR, ha demostrado su fiabilidad y rendimiento en condiciones de funcionamiento real convirtiendose en un sistema de referencia para el cambio modal carretera-ferrocarril.
El Sistema LOHR incluye unas terminales de trasbordo sencillas, de diferentes longitudes y con sistemas de suelo que permiten la apertura de los vagones en ángulo.
El vagón de carga LOHR UIC permite el transporte de semirremolques de carretera estándares de 4 m de altura en las principales líneas europeas con un gálibo mínimo UIC GB1 sin necesidad de acondicionamiento de infraestructura.
La innovación parte de una idea sencilla: colocar los camiones en trenes para ahorrar tiempo en el traslado y superar los obstáculos que el hombre o la naturaleza han puesto en el camino.